Esta tertulia fue muy especial, nos propusimos para esta ocasión esta novela del escritor Vicente Luis Mora galardonada con el Premio Málaga de Novela (2019). Nuestra entusiasta compañera Marisi decidió contactar con el autor y tuvimos la enorme satisfacción de que accediera gustoso a compartir telemáticamente con nosotros esta jornada. Por otra parte, Manu, nuestro compañero de Historia, siempre disponible para cualquier empresa que se le proponga, nos hizo un recorrido histórico, desde el Imperio Romano hasta finales del siglo XIX, para encuadrar la novela en su época y zona geográfica y ayudarnos así a entender mejor algunos aspectos de la misma.
Una vez finalizada la explicación de Manu, el autor nos hizo la introducción a la tertulia. Intentamos resumir aquí, lo más fielmente posible, sus palabras:
- La novela no es histórica ni realista. Es arqueológica: A raíz de los vestigios aparecidos, se van sacando conclusiones de aquella época y de la actualidad.
- La cita de apertura es elocuente, parece que nunca va a dejar de haber guerras en Europa, recordando las más recientes, Sarajevo, Kosovo, Chechenia, ahora Ucrania….Pasan los siglos y aunque parece que nos hemos civilizado, los conflictos siguen.
- Un personaje con las ideas del nuevo régimen llega a un lugar anclado en el antiguo régimen. Había un conflicto que superaba a los personajes sin que ellos fueran siquiera conscientes, no se llevan mal, es la Historia.
- La novela pretende tratar cómo hay estructuras previas a nosotros con las que cargamos sin darnos cuenta, hasta que vamos a otro país, vemos que hay otras formas de vivir y entonces, entendemos las nuestras. (El autor vivió en América y África tiene la experiencia de estructuras culturales, socio-históricas o religiosas que chocan con las de Europa). Un idioma común, puede “falsear” la cultura, es decir, las diferencias que realmente existen entre dos países como pueden ser Argentina con España. Todo esto representado en el papel de un personaje es muy interesante.
- La parte más importante del libro es su estructura, la complejidad que, de forma deliberada, aparece en el mismo. La idea era escribir una novela como si fuera un poema, que tuviera métrica, matemática. Tiene contadas las palabras, en el primer capítulo hay 750 palabras, en el segundo 1500, y continúa así la progresión. La métrica acaba disciplinando las frases una a una, está construida la obra como un mecano, no puede sobrar nada. ¿Cuál es la razón de todo esto? Que el lector lo lea bien, con una cadencia que hace que fluya de manera natural (aunque sea muy laboriosa de hacer), y que se concentre en lo que de verdad importa: los personajes, sus sentimientos….
A continuación, el autor pasó a contestar las preguntas de los asistentes a la tertulia.
La primera hizo referencia a un pie de página (en la 151) en la que aparece una nota de la traductora. La explicación es tan sorprendente que nos deja a todos asombrados: Se inventa la idea de la traductora para poner en cuestión lo que cuenta Redo (personaje principal). Si Redo es una persona que miente sobre su identidad, incluso a sí mismo, no tenemos por qué creer todo lo que dice. La idea del narrador omnisciente, que todo lo sabe, pertenece para él al siglo XIX, en el siglo XXI probablemente haya que contar las historias de otra manera, como hicieron Galdós o Pardo Bazán en su momento, que cambiaron también la manera tradicional de la novela. En estos tiempos de incertidumbre (aunque la Ciencia explica el mundo no le da sentido), no le parece oportuno el narrador omnisciente, no aparece en sus obras, deben tener también los narradores sus incertidumbres. Nos aclara también que no es original suya esta idea (la de la traductora inventada), ya aparece en un traductor morisco en el Quijote. Aunque ahora, en esta novela, él no lo introduce en el cuerpo del texto sino a pie de página, como homenaje a Bioy Casares.
La segunda cuestión que se le plantea, después de reconocer el tremendo reto que supone escribir con tantos requisitos, es si existe intencionalidad en la aparente idea de que todos lo que están por encima de la Tierra, los personajes, son buenos mientras lo que está por debajo es sangre y sufrimiento. El autor nos explica que escribe con tantas complicaciones simplemente porque se divierte mucho haciéndolo. En cuanto a lo de encima y debajo de la Tierra no tiene tan claro esa diferencia, pero sí nos dice que la novela es estratográfica, de arqueología histórica, lo que hay por debajo de la Tierra está relacionado con lo que hay por arriba. Trabaja mucho también con el inconsciente, la Tierra es como los libros, una vez abierta sabe hablar. Todo lo enterrado es el subsconsciente y nos pone como ejemplo el miedo al mar, es como el miedo que tenemos a que la parte de nosotros que no conocemos sea aterradora.
Los muertos que aparecen en la novela son también el subconsciente, el terreno de Redo es el subconsciente de Europa, hay muertos de todas las épocas. Como dato curioso, hay un civil, es Federico García Lorca, un homenaje a él. Todos los soldados que aparecen estuvieron realmente allí.
A continuación se le pregunta por el mensaje de la novela. El autor dice no saberlo. A él le gusta que sus obras hagan pensar, pero no solo en una cosa. Puede ser una novela de amor, experimental, antibelicista, que trata de reflejar el pasado de Europa en el presente, de respeto a los homosexuales…Nos aclara que Ilse es una bruja en homenaje a Shakespeare y que todos los personajes tienen sus dobleces, no son totalmente buenos.
Una tertuliana opina que es sobre todo una novela de amor y le pregunta si es una frustración para él el hecho de que los lectores no notemos la arquitectura compleja de la novela. El autor no está preocupado por esa cuestión, cree que dependiendo de la formación de los lectores reconocen o no los entresijos de la obra, los guiños a la Filosofía, la Historia o la Literatura. Y una vez más nos da informaciones curiosas, por ejemplo, los nombres de los personajes no son casuales, todos tienen un significado. En el primer capítulo, la primera frase no tiene verbo, así ya va preparando al lector para que no se espere un lenguaje literario habitual. Cada párrafo del primer capítulo es más largo que el anterior, este capítulo es como un plano a escala de toda la novela. También piensa que en el tercer capítulo hay un juego de frases sintácticas que es probable que un autista sea capaz de detectar.
En cuanto al secreto de Redo, que no desvelaremos aquí, por si se da la rarísima circunstancia de que alguien lea este resumen sin haber leído la novela, nos lleva un buen rato de la tertulia. Se puede decir que nadie de los presentes se lo esperaba, excepto una tertuliana que se dio cuenta por un sutil detalle. El autor nos aclaró que había varios más que permitían deducirlo, y efectivamente, después de aclararlos él, eran evidentes. Otro juego magistral más de la obra, fruto, como el propio autor nos dijo, de su afición a observar los comportamientos de las personas. Nos dice también que éste es otro mensaje de la novela, lo fácil que es ser engañado, un pequeño detalle es capaz de cambiar toda nuestra idea de un relato.
La Portada también se comentó. Nos aclaró que se trata de un cuadro de Friedrich, pintor alemán del siglo XIX, titulado “mar de hielo”, las capas de hielo parecen un buque hundido, el barco aparece en un lateral. Es contemporáneo a la época en la que se desarrolla la novela y para el novelista refleja los estratos de la novela, un símbolo en su totalidad.
Se le pregunta también si en la página 120, en un pasaje que apela a la vida, la existencia, el amor eterno, está reflejado el autor. No lo tiene muy claro él y nos explica que un novelista empieza a escribir con una idea, pero en ocasiones ocurre algo en su interior que se refleja en su parte consciente y obtiene un resultado diferente al esperado, es como si el personaje se emancipara. Es éste un momento maravilloso para todo escritor.
Y después de dos horas, nos parecía excesivo, casi un abuso de confianza, decidimos poner fin a la tertulia. Un rato emocionante y mágico para todos los asistentes.